La mayoría de los pacientes de edad avanzada que reciben un reemplazo de cadera o rodilla retienen la prótesis durante 15 a 20 años y, a veces, de por vida. Sin embargo, algunos pacientes pueden necesitar una o más revisiones de un reemplazo articular, particularmente si la cirugía inicial de reemplazo  se realiza a una edad temprana y el paciente elige tener un estilo de vida físico muy activo.

Las operaciones de revisión de cadera y rodilla se realizan con relativa poca frecuencia. 

Las razones más comunes para la revisión son:

1. Luxación repetitiva (recurrente) de un reemplazo de cadera.
2. Fallo mecánico (desgaste del implante, aflojamiento o rotura).
3. Infección.

Previo a la cirugía de revisión se realizan estudios como radiografías, tomografías computadas, análisis de sangre y eventualmente una punción de la cadera o rodilla con el objetivo de confirmar o descartar infección.

Durante un procedimiento de revisión, se retirarán algunos o todos los componentes originales y probablemente se  los sustituya por otros nuevos. El daño óseo puede obligar a  utilizar implantes especializados para reforzar el hueso y herramientas especializadas para obtener un buen resultado. El proceso de recuperación y rehabilitación después de la cirugía de revisión suele ser el mismo que para la cirugía articular primaria. Lo más probable es que necesite rehabilitación después de la cirugía, lo cual puede incluir atención en el hogar, un centro de rehabilitación ambulatorio, fisioterapia u otras formas de rehabilitación.

Tanto el reemplazo de la articulación como la cirugía de revisión tienen el mismo objetivo: aliviar el dolor y recuperar la función. Afortunadamente la mayoría de las cirugías de revisión tienen éxito y pueden proporcionar años de actividad y buena función articular